Atarazanas, el antiguo edificio musulmán del siglo XIX

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Los trabajos de rehabilitación de este edificio del siglo XIX no sólo se han centrado en recuperar los elementos físicos que saltan a la vista, sino que también se ha hurgado en las entrañas del terreno. Tras las excavaciones, se localizaron numerosos restos arqueológicos que hablan de la historia de la ciudad, entre ellos de la época nazarí, los más antiguos.

El principal problema con el que los investigadores lidiaron es que se fueron mezclando los distintos materiales y cimientos con los originales. Una práctica que se aprecia desde el siglo XIV hasta el XIX, con la construcción del actual mercado de abastos en 1876, fruto de un proyecto del arquitecto Joaquín de Roucoba.

El mercado, desde la reforma de los años 70, sustituyó las tradicionales tejas por una cubierta de uralita y láminas metálicas de vidrio, que se habían quedado oscuras con el paso del tiempo. Esta oscuridad fue reemplazada durante las obras por los colores crema y verde de las nuevas tejas.

Las tareas de rehabilitación se centraron, en una primera fase, en eliminar los elementos que se habían ido incorporando al esqueleto original, como una estructura de hormigón para habilitar un entresuelo que quedó pronto en desuso. También se eliminó el pavimento colocado en los años 70 y las instalaciones eléctricas y de saneamiento, que han sido modernizadas.

La incorporación de la teja como elemento principal del mercado es una de las señas de identidad del proyecto de reforma del estudio Aranguren Gallegos y que ejecutó Sacyr, empresa encargada de la obra de rehabilitación, con un presupuesto de 6,93 millones.

Declarado Bien de Interés Cultural en 1979, la restauración de este histórico edificio, que culminó en mayo de 2010, ha durado 26 meses.

 

Joyas visigoda abandonada

Enclavado en pleno pinar de la Breña, un paraje de singular belleza a medio camino entre la carretera que lleva de los Caños de Meca a Barbate, se levanta una de las joyas del visigodo del sur peninsular: la ermita de San Ambrosio.Una minuciosa obra de rehabilitación llevada a cabo en dos fases -del 98 al 2000 y de 2002 a 2004- logró sacarle todo el brillo arqueológico y constructivo, de cara a su inmediata puesta en valor. Pero, incomprensiblemente, hoy día está abandonada a su suerte y al designio de las vacas que, literalmente, pastan allí a sus anchas. Y es que en la actualidad esta propiedad del Obispado de Cádiz y Ceuta está arrendada y es objeto de pastoreo.

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Así lo lamenta la arqueóloga que dirigió la excavación, Paloma Bueno, quien asegura que se le parte el alma cuando regresa por el que fue el centro neurálgico de su trabajo durante estos cuatro años que duró la intervención, junto a las dos escuelas taller que se pusieron en marcha para su recuperación.

«Lo dejamos perfecto -véanse las imágenes de la página siguiente-, hicimos la obra de consolidación a través de una gran estructura enorme de metal, se limpió, se hizo el vallado, un camino de acceso y se excavó. Solo faltó techarlo». Incluso se arreglaron las naves anexas de cara a la construcción del futuro centro de visitantes. Pero la falta de entendimiento entre administraciones o la propia desidia y falta de interés que este tipo de iniciativas culturales despiertan en este país, y en esta provincia, hicieron el resto. Y eso que fue en época de bonanza económica.

¿El resultado? Puede verse en las fotos que abren este reportaje. Un bien patrimonial -fue declarado BIC en 2004- dejado a su suerte, inmerso en la vegetación que salvajemente aflora sobre el terreno y cuyo máximo fin es servir de alimento a los bóvidos. Animales que, por cierto, pisotean los restos romanos que encuentran a su paso, ya que bajo a la ermita yace una villa romana y detrás, la necrópolis.

Y no queda aquí la cosa. Según asevera la arqueóloga, una enamorada de este bello rincón al que regresa cada vez que puede, «hay restos que dejamos en el terreno porque no pudieron ser depositados en el Museo de Cádiz que han desaparecido. Aquello quedó vallado y cerrado». Pero los candados están rotos, entregando este bien a la total desprotección.

Haciendo recuento, la coqueta ermita fue sometida a dos intervenciones de rehabilitación y de consolidación con la puesta en marcha de la Escuela Taller de San Ambrosio I y II, en una actuación que promovió la Mancomunidad de la Janda con la colaboración del Obispado de Cádiz como propietario, el Ayuntamiento de Barbate y el INEM, que subvencionó el proyecto. Este trabajo fue concebido como un proyecto multidisciplinar integrado por diferentes grupos de albañilería, carpintería, recursos forestales, turismo rural y el módulo de auxiliar de arqueología que lideró la propia Paloma Bueno.

El fin era rehabilitar la ermita y su entorno, para lo que se realizó el Proyecto de Intervención Arqueológica de Urgencia que fue aprobado por la Delegación de Cultura en abril del 99 con el fin de realizar las investigaciones arqueológicas previas a los trabajos de restauración. «Fue un trabajo muy gratificante y en el que colaboró mucha gente», rememora.

Concretamente, durante los dos primeros años se llevó a cabo la eliminación de construcciones anexas derruidas, se excavó parte de la necrópolis y la villa romana -tanto en el atrio de la ermita como en la trasera- y se localizaron importantes restos constructivos como columnas, mosaicos, pintura mural, cerámica, vidrio y numismática. La segunda escuela taller trabajó en el apuntalamiento de los arcos, el estudio paramental, ejecución del cerramiento, recuperación del acceso, mejora del entorno e instalación de paneles.

Fue tal el fervor que despertó en su momento, que el Ayuntamiento de Barbate le otorgó el nivel de protección integral, propio de los yacimientos que deben ser conservados para su estudio y disfrute cultural público. Pero de nada sirvió, ya que ni Obispado, ni Junta, ni Ayuntamiento de Barbate ni Mancomunidad de Municipios de la Janda velan hoy por su salvaguarda. La de una joya visigoda abandonada.

 

La incierta vida de la Torre dos Moreno

La Torre dos Moreno, el exuberante y emblemático edificio que domina el centro de Ribadeo, ha sorteado el colapso que la conducía hacia su derrumbe y celebrará su centenario, en 2015, completamente rehabilitada. Esa es, al menos, la intención de la empresa Paisajes de Asturias, que en los últimos meses se ha hecho con el 60% de la propiedad y negocia elevar su participación en un inmueble declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), y que en los últimos años se ha deteriorado hasta peligrar su pervivencia.
Así, este ejemplo prominente de la arquitectura indiana que engalanó el noreste gallego y el occidente asturiano a principios del siglo XX volverá a lucir sin el corsé de vallas y redes de protección que ahora lo rodean para evitar que un posible desprendimiento acabe encima de algún viandante. También se liquida la esperanza de que el edificio tenga uso público, abierta en 1996 cuando el Ayuntamiento adquirió el 21% de su titularidad.
Lo que no está tan claro es qué hará la empresa asturiana, especialista en rehabilitación de edificios singulares, cuando termine las obras, que aún están en fase embrionaria y que pueden durar tres años, siempre que los trámites administrativos se resuelvan de manera favorable. La primera opción es la apertura de un hotel, explica un portavoz oficial, pero no descarta que se hagan viviendas, como hasta ahora, u oficinas. Eso sí, el representante de Paisajes de Asturias niega que vayan a especular con la Torre. «¿Especulación? Estos edificios no admiten ningún tipo de especulación», enfatiza, y remarca que la operación se hizo «más con el corazón que con la cabeza». Y es que hubo dificultades para llegar a acuerdos con los propietarios -según una de las familias, los Calamita, la negociación se prolongó dos años- y un alto coste de la operación, aunque nadie quiere revelar cuánto se ha pagado. «Por eso está así», razona la empresa, cuya «buena fe» avala el alcalde de Ribadeo, el nacionalista Fernando Suárez.
Paisajes de Asturias cuenta con varios edificios singulares en el occidente de la comunidad vecina adquiridos para su rehabilitación. Opera con total discreción; en su sede social ni siquiera hay un teléfono fijo y sus propietarios optan por permanecer en el anonimato, así como el portavoz consultado, que reivindica el carácter «artístico» y no mercantilista de una empresa que debe enfrentar una elevada inversión para llevar a cabo su proyecto. Al margen de la compra de la propiedad, el arquitecto Ernesto Cruzado, que ha hecho varios planes de actuación en la Torre, estima que la restauración puede alcanzar los siete millones de euros, aunque matiza que es imposible hacer cuentas con exactitud hasta que se realice un profundo estudio previo. Por su parte, los cálculos de Paisajes de Asturias reducen «a la mitad» el presupuesto necesario, pero aseguran que cuentan con garantías financieras.
En primera instancia, los planes de la firma asturiana pasan por cerrar en otoño el trato con una serie de propietarios que están disgregados por Argentina y que poseen el 19% de la Torre. Está fragmentación de la propiedad dificulta el acuerdo, pero la empresa confía en culminar la compra. El 21% restante pertenece al Ayuntamiento, con el que Paisajes de Asturias quiere ir de la mano, ya sea haciéndose con su porcentaje o consensuando el futuro del edificio. «Nosotros, mientras se respete la normativa [se trata de un BIC, sometido a preceptos legales estrictos] apoyaremos la decisión de la empresa», asegura el regidor, Fernando Suárez. Paisajes de Asturias confía en que a principios de 2012 estén resueltas las cuestiones de la propiedad y las administrativas, para comenzar a redactar los proyectos de rehabilitación. Las obras podrían prolongarse durante dos o tres años, y el portavoz de la empresa asume que en este tipo de actuaciones «siempre surgen imprevistos».
Esta voluntad de acuerdo se ha plasmado con la firma de un convenio para una actuación de urgencia que evite el colapso estructural de la Torre. Se trata de sustituir las columnas que sostienen la fachada posterior, y que por el deterioro han perdido su capacidad portante, poniendo en riesgo el inmueble. Ahora mismo, unos puntales realizan esa función mientras no se ejecuten unas obras que empezarán en las próximas semanas y que durarán tres meses. El presupuesto es de 90.000 euros, 65.000 a cargo de Paisajes de Asturias y 25.000 por cuenta del Ayuntamiento.
De este modo, se marca un punto de inflexión con respecto a las tensas relaciones que mantenía el Gobierno municipal con los anteriores propietarios. De hecho, fuentes de la familia Calamita, que poseía el 35% de la propiedad, acusan al alcalde de «entorpecer» la operación e, incluso, de realizar una «maniobra rastrera» para «asustar al comprador». Se refieren a una actuación de urgencia programada por el consistorio en febrero para apuntalar la parte delantera del edificio ante el riesgo de derrumbe. A su juicio, la intención era «asfixiar» a los antiguos propietarios para hacerse con la titularidad del inmueble «a un precio irrisorio» a través de una expropiación.
Estos propietarios eluden la responsabilidad en el deterioro del edificio que, según el arquitecto Ernesto Cruzado, llegó al actual estado a causa del nulo mantenimiento. Así, argumentan que «gran parte de la propiedad» está en Argentina y «se desentiende del tema». Además, explican que hasta hace un par de años las viviendas estaban alquiladas bajo régimen antiguo por un euro al mes, lo que les disuadía de hacer grandes desembolsos. También aluden al «incumplimiento parcial» por parte del Ayuntamiento del convenio firmado en 1996, cuando este se hizo con el 21% de la propiedad.
Con todo, esta familia sí comparte algo con el alcalde, su confianza en que Paisajes de Asturias lleve «a buen puerto» el proyecto de restauración y creen que su conversión en un hotel «es lo mejor que le podría ocurrir» a la Torre. Sin embargo, se reservan un último dardo para el regidor, del que sospechan que puede ser «el mayor obstáculo», por sus «ambiciones de meter las manos en el pastel al menor coste posible». Una tesis que no parece muy probable, dada la insistencia con la que el portavoz de la empresa asturiana remarca las «buenas relaciones» con el consistorio y el clima de colaboración entre ambos.

Un edificio único y oxidado

La Torre se levantó en 1915 con los fondos que enviaban a Ribadeo los hermanos indianos Pedro y Juan Moreno Ulloa. La construcción se realizó con una técnica por aquel entonces novedosa, a base de hormigón reforzado con hierro. En el uso de estos materiales está la razón de su actual deterioro.El arquitecto Ernesto Cruzado explica que el oxígeno ha penetrado en el hormigón, provocando la oxidación del hierro. Este proceso, que produce grietas en muros, columnas y elementos decorativos, sigue una progresión geométrica. En los últimos meses avanza más rápido que en los años anteriores.

No obstante, Cruzado opina que «para los conocimientos de la época» la solución arquitectónica utilizada «está muy bien». Aunque tiene deficiencias con respecto a técnicas actuales, considera que con unos cuidados continuados no se hubiese llegado a esta situación. «Nunca se hizo mantenimiento ni reparación alguna; ahora la intervención es muy compleja y urgente», advierte, y señala que, además del riesgo estructural que va a ser subsanado, existen muchos peligros puntuales en adornos y cornisas.

El historiador del arte Diego Rodríguez explica que es el único edificio de su época construido en hormigón y hierro que se mantiene en pie en Galicia. Además de por su técnica innovadora, destaca por su riqueza decorativa, que aúna trazos modernistas -del autor de los planos, el arquitecto argentino Julián García Núñez- con elementos renacentistas y barrocos, como las cariátides que sostienen su brillante cúpula.

El País

Se ponen en marcha nuevas medidas para impulsar la rehabilitación y reforzar la seguridad jurídica en el sector inmobiliario

El Boletín Oficial de Estado publica en su edición de hoy el Real Decreto-ley aprobado por el Consejo de Ministros del pasado viernes para fomentar la protección social de los ciudadanos, la sostenibilidad de las finanzas públicas y la actividad empresarial. Dicha norma incorpora, en materia de edificación y vivienda, una serie de medidas para impulsar la rehabilitación y reforzar la seguridad jurídica en el sector inmobiliario, además de las ya anunciadas de apoyo a los deudores hipotecarios.

Medidas para el fomento de las actuaciones de rehabilitación

La mejora de la calidad y la sostenibilidad en el medio urbano hacen necesario impulsar la rehabilitación complementando los contenidos de la Ley de Economía Sostenible.
En el Real Decreto-ley aprobado se promueven medidas para favorecer la viabilidad y eficacia de las actuaciones de rehabilitación de edificios y de regeneración urbana, suprimir las trabas que las dificultan, y promover la accesibilidad universal.
Así, se impulsa lo que se entiende por rehabilitación en el medio urbano, que engloba actuaciones de conservación, mejora y regeneración urbana. Para asegurar su buen estado y debida conservación, se establece como obligatoria una Inspección Técnica (ITE) de los edificios de uso residencial y más de 50 años, situados en los municipios de más de 25.000 habitantes, salvo que las Comunidades Autónomas fijen una antigüedad u estándares poblacionales distintos, así como en aquellos que las Administraciones incluyan en las áreas o entornos que delimiten.
También se impulsa la rehabilitación edificatoria a través de la mejora de la calidad y sostenibilidad de los edificios con bajas condiciones de habitabilidad, que podrán establecerse como necesarias en zonas concretas que así lo requieran, mediante planes y programas de rehabilitación municipales y autonómicos.
Asimismo, se establece la posibilidad de acometer actuaciones de regeneración urbana en áreas o ámbitos urbanos vulnerables, obsoletos o degradados, con la finalidad de lograr el cumplimiento de los principios de cohesión territorial y social.
Se facilitan las actividades de rehabilitación ofreciendo nuevos instrumentos de gestión y ampliando las facultades reconocidas a las comunidades de vecinos, agrupaciones de propietarios y cooperativas, para, por ejemplo, poder ser beneficiarias directas de ayudas o para poder actuar en el mercado inmobiliario con plena capacidad jurídica en toda clase de operaciones, incluidas las crediticias.

Seguridad jurídica en materia inmobiliaria

El Real-Decreto-ley incluye nuevas medidas para reforzar la seguridad jurídica en el sector inmobiliario que complementan las aprobadas en los últimos años para racionalizar las actuaciones sobre el territorio, combatir la especulación con el suelo y luchar contra la corrupción y el fraude.
Entre las modificaciones que incorpora la nueva norma destacan, entre otras, las siguientes:
  • El establecimiento del silencio negativo para que el retraso en la contestación por parte de la Administración municipal no permita a los particulares y promotores inmobiliarios obtener licencia para ejecutar parcelaciones, construcciones u ocupar edificios de nueva planta sin supervisión municipal previa. Con ello se trata de evitar que se consoliden actuaciones que tienen una gran repercusión en contra del interés general y de la legalidad urbanística. Los Ayuntamientos, por tanto, están obligados a resolver expresamente.
  • El incremento de la protección de los adquirentes de vivienda cuando la compra se realice directamente al promotor inmobiliario ya que no será posible inscribir en el Registro ninguna obra nueva ya terminada si no consta, la licencia de primera ocupación además de los requisitos tradicionales de la licencia de obras y la certificación técnica de que la obra corresponde al proyecto que obtuvo la licencia.
  • La inscripción en el Registro de la Propiedad, con carácter preceptivo, de la incoación de expediente sobre disciplina urbanística o de aquéllos que tengan por objeto el apremio administrativo para garantizar el cumplimiento de sanciones impuestas. En todo caso, la incoación de expedientes de disciplina urbanística que afecten a actuaciones por virtud de las cuales se lleve a cabo la creación de nuevas fincas registrales por vía de parcelación, reparcelación en cualquiera de sus modalidades, declaración de obra nueva o constitución de régimen de propiedad horizontal, la Administración estará obligada a acordar la práctica en el Registro de la Propiedad de la anotación preventiva. Con ello se evita que terceros adquirentes de buena fe deban soportar las consecuencias de actuaciones en las que no han sido parte.
  • El acceso al Registro de la Propiedad de las situaciones de fuera de ordenación en las que quedan los inmuebles en los que han prescrito las infracciones urbanísticas correspondientes, manteniéndose el resto de limitaciones propias de este régimen de fuera de ordenación.
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